Aunque la tasa de mortalidad no supera el 1%, el instituto nacional de salud (INS) indica que los casos aumentaron en un 24% en el país entre enero y diciembre del 2022 y se reportaron 5573 accidentes, el 69% de estos en zonas rurales, se estima que en Colombia habitan 310 especies de serpientes de las cuales 53 pueden inyectar veneno potencialmente grave y otras 80 producen veneno con efectos tóxicos leves, en el documento se dio a conocer que la incidencia es de 10,8 casos por cada 100mil habitantes, víboras y corales serian la especias más peligrosas.
La invasión del hábitat de estos reptiles con fenómenos como la potrerización para la agricultura y ganadería son algunas de las principales causas para el aumento de accidentes, un mal manejo de residuos y la falta de elementos de protección para las jornadas laborales también son un factor de riesgo.
El reconocimiento de las serpientes locales por parte de las comunidades es fundamental, entendiendo el gran potencial que estas tienen dentro de los ecosistemas.
Los expertos recomiendan poner protección en las entradas de las viviendas y también evitar matarlas ya que juegan un papel importante en la naturaleza.
Estudios comprueban que las serpientes son una fuente valiosa como alternativa terapéutica para la salud.
En caso de un accidente es necesario mantener la calma, no succionar el veneno o poner elementos que impidan la circulación de la sangre, el uso de medicamentos sin prescripción medica no es recomendable, por el contrario, improvisar una camilla o una silla para transportar al paciente a un centro médico es fundamental y tener un registro del ataque en donde se evidencia la hora del suceso y en lo posible fotografías podrían ser de gran ayuda.
En la guajira se registraron 156 accidentes ofídicos por cada 100 mil habitantes, casi 15 veces mas alto que el promedio nacional, le siguen otros departamentos como Vaupés, Amazonas, Vichada Putumayo y Casanare.